Si practicas un deporte específico, incluir ejercicios de pausa activa puede mejorar tu desempeño y reducir el riesgo de lesiones a largo plazo.

Mejora de la movilidad articular

Prevención de lesiones
Al mantener músculos y articulaciones activas durante el día, se reduce la rigidez y el riesgo de lesiones por sobrecarga en deportes como fútbol, running o tenis.

Aumento de la circulación sanguínea
Las pausas activas mejoran la oxigenación muscular, lo que favorece la recuperación y preparación para entrenamientos intensos en disciplinas como ciclismo o levantamiento de pesas.

Mayor control y conciencia corporal
Ejercicios como movilidad de columna, activación de core y equilibrio fortalecen la propiocepción, mejorando la coordinación en deportes como el esquí o el surf.

Reducción de la fatiga muscular
Disminuir la tensión acumulada en el cuerpo ayuda a evitar sobrecargas y mantener el rendimiento óptimo en entrenamientos y competencias.